Más tarde, la edición de Luis Casas mejoró la
de Molina Torres, y aunque la parte musical es muy similar,
Casas transcribió la letra del manuscrito de Figueredo,
pero sin la corrección de las palabras oprobio
y afrenta. La figuración rítimica del
acompañamiento produce casi el mismo efecto que el
de Molina Torres. Véase la ilustración Nº 12
-A- la cual presenta también en -B- el final del arreglo
del Himno.
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