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Obsérvese el mismo acompañamiento de Rodríguez
Ferrer con la melodía de un pasodoble español,
en la ilustración Nº 6.
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Obsérvese ahora los primeros compases de la segunda
parte, que es la más expresiva y patética, y
adviertan cómo pierde su carácter esta emotiva
frase con el acompañamiento de pasodoble, según
se toca hoy generalmente. Véase la ilustración
Nº 7.
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Francamente, el acompañamiento en ritmo de pasodoble
es demasiado impropio para un Himno Nacional y por si acusara
poco extranjerismo, a Rodríguez Ferrer se le ocurrió anteponerle
a su arreglo una introducción, basada en toques de
corneta de la caballería española. Esta introducción
ha provocado siempre la protesta de los verdaderos cubanos
y como en estos días se ha publicado que no está basada
en toques del Ejército español, sino que son
toques comunes a otros ejércitos, (1) yo
quiero aclararles en pocas palabras lo que hay de verdad
en este asunto.
La ilustración Nº 8 muestra
la introducción que aparece pu- |
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